La concentración parcelaria es el procedimiento técnico-jurídico que reordena la propiedad rústica de un perímetro de parcelas, agrupando las superficies aportadas en nuevas fincas de reemplazo de mayor extensión, optimizando las explotaciones agrarias y reduciendo la dispersión parcelaria.

El regadío es imprescindible para el desarrollo rural y la seguridad alimentaria. El aporte de agua a los cultivos a través de distintos sistemas de riego, permite cubrir las necesidades hídricas no satisfechas por las precipitaciones, incrementando la productividad de las tierras agrícolas.