Residuos peligrosos

  • Dirección General de Calidad Ambiental
  • Servicio de Planificación Ambiental
  • Gestión y producción de residuos

Definición, normativa, prevención y gestión de los residuos peligrosos.

Qué es un residuo peligroso

Un residuo se considera peligroso cuando presenta unas determinadas características de peligrosidad para el medio ambiente o para el ser humano (explosivo, corrosivo, cancerígeno) y, por tanto, es necesario someterlo a exigencias adicionales de control para evitar que pueda provocar daños a la salud o al medio ambiente, durante su producción y gestión. También se consideran residuos peligrosos los recipientes y envases que contengan restos o sustancias o preparados peligrosos o estén contaminadas por ellos.

De forma práctica, para determinar si un residuo es peligroso o no peligroso, se utiliza la lista LER (Lista Europea de Residuos), establecida en la Decisión de la Comisión 2014/955/UE. En esta lista, los residuos peligrosos aparecen identificados mediante un asterisco.

La mayor cantidad de este tipo de residuos es de origen industrial, pero algunos de los de origen doméstico también pueden tener características de peligrosidad (pilas, restos de pinturas, productos de limpieza). No obstante, a las fracciones separadas de residuos domésticos peligrosos no les aplican las obligaciones derivadas de su consideración como peligrosos hasta que no hayan sido entregadas para su tratamiento en los puntos de recogida establecidos por las entidades locales de acuerdo a sus ordenanzas (artículo 22 de la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados). En el caso de los residuos domésticos mezclados, no se les aplican las obligaciones relativas a los residuos peligrosos.

Normativa

La legislación en materia de residuos peligrosos define de forma concreta todos los aspectos relativos a estos residuos:

  • las características de peligrosidad que tiene que presentar el residuo para ser considerado como peligroso,
  • la forma de establecer esas características en base a su composición,
  • los métodos de ensayo para determinar la peligrosidad de los residuos si no se conoce su composición,
  • las condiciones específicas para el envasado, almacenaje y etiquetado de los residuos peligrosos.

Normativa sobre residuos peligrosos

Prevención y gestión

La prevención en la generación de residuos peligrosos se basa en la adopción de medidas tanto de reducción de la cantidad de residuos generados como de minimizar su peligrosidad. Se pueden llevar a cabo actuaciones para recuperar materias para su recirculación al proceso industrial o sustituir materiales y materias por otros que tengan menor peligrosidad.

La legislación obliga a los grandes productores de residuos peligrosos (aquellos que generan como mínimo 10 toneladas al año de este tipo de residuos) a disponer de un plan de minimización de residuos peligrosos que incluya las prácticas que van a adoptar para reducir la cantidad de residuos peligrosos generados y su peligrosidad (artículo 18.7 de la Ley 7/2022). El plan debe estar a disposición de las autoridades competentes, y los productores deben informar de los resultados cada cuatro años a la comunidad autónoma donde esté ubicado el centro productor.

La producción y gestión de residuos peligrosos, debido a sus características especiales, está sometida a requisitos adicionales. El productor o gestor de residuos peligrosos debe envasarlos y almacenarlos en condiciones adecuadas de higiene y seguridad durante un máximo de seis meses, sin mezclarlos o diluir con otros residuos, sustancias o materiales. Con el fin de que la manipulación de residuos peligrosos se lleve a cabo con la máxima seguridad, tanto del personal operario como del medio ambiente y de la salud humana, su etiquetado debe hacerse de acuerdo a las especificaciones establecidas en la legislación específica para este tipo de residuos.

Los residuos peligrosos generados se pueden reciclar para obtener materias primas para otros procesos, adecuarlos para su valorización energética, y cuando nada de lo anterior es posible, hay que destinarlos a su eliminación por incineración o su depósito. Es habitual que, independientemente de su destino, este tipo de residuos se sometan a un tratamiento previo para reducir sus niveles de toxicidad y peligrosidad. Es lo que se denomina proceso de inertización. Este tratamiento, que en general puede ser físico, biológico o químico, es diferente para cada residuo peligroso.

En Aragón, la eliminación de residuos peligrosos está declarada servicio público de titularidad autonómica.

Última actualización: 24/02/2023

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